Sentir aire fresco en un desierto es una sensación poco habitual pero que en esta parte del mundo sucede porque el mar se encuentra a apenas 15 km del cañón.
Así que estás en un desierto con brisa marina.
El pasado marino se intuye por la sal que se encuentra en el suelo y porque se encuentran fósiles de conchas marinas dentro del cañón. También se encontraban en el cañón otros fósiles más interesantes como la mandíbula de un delfín que a día de hoy sólo se ve parcialmente.
Nosotros visitamos el cañón seco pero durante un mes al año se llena de agua de las lluvias. Debe ser aún más bonito.
En el cañón veréis sobrevolar algunos pájaros y es el hábitat de algunos roedores y reptiles.
Pasamos un par de horas en el Cañón y luego regresamos a Ica por dónde habíamos venido.
¡La excursión nos encantó!
cañón de los perdidos CON AGENCIA O POR LIBRE