Si hay algo que recomendamos sí o sí es la excursión al Parque Amboró, concretamente a ver los helechos gigantes. Esta excursión la contratamos con Chané tours y tras un inicio no muy bueno la historia terminó tan bien que contratamos con ellos otro tour.
La dificultad en nuestro caso fue encontrar otras dos personas mas con quienes compartir el tour. Las agencias, todas, te suben mucho el precio si sólo sois dos personas. Y el problema era que estábamos en temporada baja y casi no había turistas. Preguntamos a la gente de nuestro hostal pero nadie quería ir o ya habían ido. Al final en Chané tours ya tenían a dos personas así que nos sumamos a ellas y acordamos el precio de 150 BOB por persona.
A las 9 de la mañana estábamos en la oficina y nos íbamos a hacer el tour solos porque los otros habían decidido cancelar por el mal estado de la carretera tras las lluvias.
Nuestra guía fue Inés, la propietaria de la agencia y una crac como guía. Tras una hora en coche el conductor del 4×4 nos dejó y nos adentramos con Inés al bosque. Des de el minuto 0 Inés nos contó todo lo que íbamos viendo por el camino. El camino fue muy interesante gracias a que Inés nos enseñó muchísimo sobre las plantas y árboles que veíamos. Realmente, ni norbert ni yo hubiéramos atinado en ver lo que ella nos iba mostrando. Que si un liquen de tal especie, que si fijaos en las esporas de ese mini helecho, que si aquí el ecosistema es tal,etc.
Fue como ir de tour con una bióloga que conoce su territorio como la palma de su mano.
Dentro del sendero, entre vegetación densa, Inés nos hacía parar a escuchar el sonido de los pájaros hasta que localizaba en qué árbol estaban. ¡Vimos un montón de pájaros! Incluso encontramos en el barro una huella de oso fresca y nos emocionamos un montón cuándo Inés nos dijo que sólo siete años atrás se había encontrado con un oso con unos turistas. No tuvimos la suerte de verlo pero saber que lo teníamos tan cerca fue emocionante.
Cuando llegamos a los helechos gigantes no lo podíamos creer, era un lugar precioso y esas plantas de verdad que son espectaculares, tenían cientos de años porque crecen a un ritmo muy lento. Sus hojas salen enrolladas y luego se desenrollan hasta que mueren y caen dejando lugar a las nuevas.
¡Mirad las fotos y alucinad! Estar allí era como estar en Jurassik Parc, sólo faltaba que algún teropodo saliera por ahí a comerse un helecho.