En el cañon de Culebrillas se ofrece desde hace pocos años un tour que te lleva a conocer en medio día el proceso de extracción de esta piedra volcánica que recubre las fachadas de las casas mas notorias de la ciudad.
La ignimbrita es una roca volcánica que se puede presentar en cuatro colores: blanco puro, blanco perlado, azul y rosado. La cantera, situada a 45 minutos en coche de la ciudad ha sido declarada patrimonio cultural vivo por lo que no se permite la industrialización del proceso de extracción y modulación.
El Tour fue genial gracias a nuestro guía Fredy, podéis llegar por libre pero creo que sin las respectivas explicaciones no tiene mucho sentido ir.
Si bien el tour nos encantó, también nos dejó un regusto amargo. Y es que si habéis leído nuestro post sobre Potosí sabréis que en esa ocasión no visitamos las minas porque nos parecía que era una manera de “aceptar” las condiciones infrahumanas en las que trabajan. Pues bien, desconocíamos que los trabajadores de la cantera también trabajan en pésimas condiciones laborales. Son “autonomos” cada cual tiene su parcela de sillar, no visten indumentaria adecuada, carecen de botas y trabajan en sandalias, no usan mascarillas e inhalan a diario al polvo nocivo del sillar. No tienen seguro de accidentes ni médico. Los bloques se pagan a 5 soles y a diario hacen unos 10 bloques.
El tema es complicado porque ellos a diferencia de los mineros que a la mínima que pueden dejan las minas, parece que sienten una especie de orgullo hacia su profesión.
En fin, valga esto como reflexión.
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