Para empezar, los equipos son nuevos. Jaquets, botellas, incluso el barco!
Ellos mismos te preparan el equipo, aunque si quieres hacerlo tu sólo tienes que pedírselo (nosotros se lo pedimos algunas veces porque así íbamos practicando).
En el barco, antes de entrar al agua te dan una explicación (como sera el buceo, que se espera ver, que condiciones de visibilidad hay,profundidad, parada de seguridad, descompresión,etc) y te recuerdan las señales de comunicación.
El máximo de buzos son 4 por cada instructor, como mucho iréis 8 en el barco.
Una de las mejores cosas que tendréis con Anda di Wata y que lo diferencia del resto de centros de buceo es que te dan un ordenador/reloj así que cada buzo puede saber en todo momento a qué profundidad está, cuánto tiempo lleva debajo del agua y cuánto tiempo de descompresión necesita.
Para nosotros que no tenemos ordenador fue genial y la verdad es que ganas en confianza y estás mas tranquilo bajo el agua.
Ante situaciones de » crisis» ellos hacen que no haya crisis ni nervios. Una de nuestras compañeras entro en reserva cuándo estábamos a 30 metros y Halbert le compartió el aire. Subimos todos juntos e hicimos las pausas correspondientes con la situación totalmente controlada.
Te prestan mucha atención. Cuándo aparecía algún tiburón Halbert siempre me buscaba con la mirada y se aseguraba que estuviera tranquila y bien.