Excursión a Beget

  • Origen: Beget
  • Destino: Beget
  • ¿Cuándo? Juliol 2018
  • ¿Quién? Norbert padre, Norbert hijo, Mireia y Nord (perro)
  • Kilómetros: 14,31 km
  • Duración: nosotros tardamos 6:30 h.
  • Material:
    • Mucha agua
    • Bocadillos
    • Gorra
    • Crema solar

La excursión a Beget es una ruta de un día que pasa por paisajes muy cambiantes, verás las mejores vistas des de las ruinas de un castillo y la agua es cristalina brotar dentro del bosque. Esta excursión que empieza y termina en el pueblo de Beget os permitirá pasar un día distinto fuera de casa.

Seguramente habéis oído a hablar alguna vez de Beget. Este pueblo, que actualmente forma parte del municipio de Camprodon estamos seguros que podría encontrarse en la lista de los pueblos más bonitos de Catalunya.

Beget es el típico pueblo envuelto de naturaleza donde las casas y las calles son de piedra y los balcones de madera. Dicho así, podría estar hablando de Setcases, pero no. Beget tiene un templo parroquial que lo caracteriza.

Dedicado a Sant Cristobal, es un ejemplo de arte románico (siglos X-XIII). No lo visitamos por dentro pero seguro que merece la pena.

A las 8h ya teníamos el coche aparcado en el estacionamiento gratuito de la entrada del pueblo. Pensábamos que encontraríamos algún bar abierto para desayunar un pan con tomate pero resulta que el bar abría a las 9h así que empezamos a caminar sin desayunar (¡muy mal!).

Para comenzar la excursión a Beget tenéis que cruzar la Plaza de la Iglesia dirección al Restaurante el Forn. Si continuáis delante veréis que el camino hace un poco de subida. Antes de la subida a mano izquierda hay un palo indicador que marca el inicio del recorrido. Nosotros no nos encontramos el camino limpio, parecía que hacía mucho tiempo que nadie pasaba por allí y al principio nos generó un poco de duda. Pero el GPS indicaba que íbamos en la dirección correcta.

¡Vamos hacia arriba que hace subida! El camino es sombrío y lleno de vegetación. Hacemos una parada para respirar y hacernos una foto con el pueblo de Beget al fondo. La subida es constante y el camino pedregoso. El camino está bien indicado con marcas rojas y blancas (sendero de gran recorrido) y antes de llegar al Coll de Marlet encuentras una señal que indica los kilómetros y tiempo para llegar.

Mientras caminamos me imagino los contrabandistas pisando el mismo camino haciendo estraperlo con Francia. Y es que en este punto estamos tocando con la frontera francesa.

Esta ruta fue muy utilizada por los contrabandistas durante la guerra civil y la posterior dictadura franquista.

Hay otros caminos que se han recomendado en los últimos años e incluso se organizan rutas guiadas. Esta en nuestra lista de cosas por hacer el camino de los contrabandistas que lleva a Molló.

Por el camino encontramos tres burros que deberían ser de una Masía que hay allí cerca. Seguimos el camino que nos lleva a la carretera. Aquí nos perdimos durante unos 5 minutos. Tienen que cruzar la carretera y el camino continua por el otro lado hasta subir de nuevo a la carretera. Son unos 400 metros que prestan un poco de confusión. Básicamente es un trozo que va en paralelo por la carretera, pero por la vegetación frondosa no es muy intuitivo.

Después seguimos por la carretera hasta que llegamos a un conjunto de tres o cuatro casas. Ahí hay otro indicador que nos señala el camino para ir hacia el Castillo de Rocabruna. Yo diría que el Castillo fue la sorpresa del día. Supongo que debido a la falta de información (decidimos hacer esta ruta el día antes) nos llevamos una gran sorpresa al ver la medida del castillo y lo bien preservado que se encuentra. Conserva algunos muros tanto internos como externos y se pueden visualizar los restos de algunas estancias. A demás, el Castillo ofrece unas vistas inmejorables.  Aprovechamos para comer algo antes de continuar el camino.

Dejando el Castillo atrás llegamos a una casa. Aquí tuvimos un problema ya que los perros de la casa empezaron a ladrar y tuvieron una riña con Nord. No les debía gustar que Nord un poco más y se meta en su casa, así que empezaron a ladrar. A mí me asustan los perros así que hubo unos momentos de tensión.

Con todo el follón de los perros nos perdimos, tiramos recto sin ver una señal que indicaba que debíamos girar. Resulta que en la casa hay una bifurcación donde el GR continua a ambas direcciones. No os preocupéis está bien señalizado, pero con los nervios de los perros nos confundimos.

El caso es que una hora más tarde volvimos atrás porque veíamos que no íbamos bien y volvimos a pasar por la calle. Efectivamente el camino hacia Beget era el camino hacia la izquierda que pasa por el río. Es un trozo muy bonito para la vegetación, la sombra, la agua y por los dos puentes que cruzan el rió. Este tramo tiene unas pozas y unos saltos de agua a los que algún día volveremos para hacer un baño.

Después de cruzar un par de veces más la carretera se llega al estacionamiento de Beget donde habíamos aparcado el coche.

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